Por tercera edición consecutiva, el Real Madrid levantó el trofeo de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA convirtiéndose en el club con más títulos (4) en el palmarés de esta competición, superando al FC Barcelona.
El equipo de Santiago Solari ganó en la final a un sorprendente equipo local, el Al Ain, que fue a por todas en su partido soñado. Hussein Elshahat y el inspiradísimo arquero Khalid Eisa a punto estuvieron de dar un susto al gigante blanco en el arranque pero la contundencia del ataque blanco terminó por borrar cualquier esperanza para el equipo emiratí.
Merece la pena destacar la gesta del subcampeón. Clasificado como ganador de la Liga local, en su camino a la impensada final dejó en la cuneta a Team Wellington, Esperance de Túnez y River Plate. Y de qué manera.
Luego de remontar un 0-3 desfavorable e imponerse en los penales al equipo neozelandés con Khalid Eisa como héroe, derrotó con un implacable 3-0 al campeón africano. En la cita con el campeón de la Libertadores, logró adelantarse en el marcador y terminó forzando la prórroga y los penales, para que de nuevo Khalid se cubriese de gloria.