Ganaron la Serie Mundial 4-1 con gran desempeño de los dos peloteros que firmaron antes del 2022 para empezar esta transformación, Corey Seager y Marcus Semien. Y a pesar de que perdieron por lesión desde el Juego 3 a su máximo productor de carreras en las primeras tres rondas de playoffs, Adolis García, y a uno de sus pitchers abridores, Max Scherzer; también lastimado.
Pero tuvieron en los lanzadores Nathan Eovaldi y Max Scherzer a los dos brazos que los comandaron en esta que parecía misión imposible.
Este miércoles por la noche, que será recordado para siempre en la historia del béisbol de Texas, Eovaldi hizo lo que sabe hacer en partidos definitivos: Puso a su equipo en posición de competir con seis entradas en blanco, para dejar su efectividad en partidos definitorios en 1.06.
Eovaldi tuvo que sobrevivir una vez más en esta postemporada, a pesar de las vicisitudes que tuvo desde el primer inning. Tuvo corredores en base en cinco de las seis entradas que lanzó. Pero a final dejó el partido sin permitir carrera, a pesar de los cinco pasaportes que regaló. Sólo permitió cuatro hits.
Eovaldi aprovechó todo lo que Arizona no quiso, a falta de bateo oportuno, como sucedió en buena parte de los últimos dos partidos del Clásico de Otoño.
Los Rangers fueron prácticos, abrieron el marcador en la única entrada que permitió hits el abridor de Arizona, Gallen; la séptima, cuando Seager conectó el primer imparable de su equipo y anotó la primera carrera con el sencillo productor de Mitch Garver.
Quizá así tenía que ser para los Dioses del Béisbol, que el Jugador Más Valioso de los Rangers, en temporada regular y en la Serie Mundial, anotara esa carrera, que sacó a Gallen, quien llegó a esa séptima entrada con partido sin hit.
El nocaut llegó en la novena y última entrada de la temporada cuando Jonah Heim pegó sencillo productor, que se convirtió en tres bases por error de Corby Carroll, y en dos carreras más para 3-0, que dos bateadores después se convirtió en 5-0 con cuadrangular de Semien.
Después de Eovaldi, Aroldis Chapman y Josh Sborz completaron el trabajo para comenzar el festejo en Arlington, en el área Dallas-Fort Worth, en el Norte de Texas y todos los lugares donde existan fans de los Rangers, que tuvieron que esperar 62 años, desde que eran los Washington Senators para festejar su primer campeonato.