El Barcelona una pérdida de ingresos millonaria
BARCELONA — El Barcelona se estrenará el lunes en un sorteo de la Europa League, competición que sustituyó en la temporada 2009-10 a la Copa de la UEFA que por última vez disputó, en su formato y nombre anterior, en el curso 2003-04 y que ahora, a diferencia de entonces, significa un auténtico terremoto en las cuentas de un club que Joan Laporta ya encontró en profunda crisis y que en sus primeros meses al frente no ha mejorado.
La derrota en Munich y la eliminación en la fase de grupos de la Champions League, algo que no le sucedía desde la temporada 2000-01, provocará que, de entrada, el Barça descuadre su presupuesto en 20.2 millones de euros, la cantidad que tenía prevista ingresar por disputar al menos los cuartos de final y que, de hecho, se calcula supere los 30 millones atendiendo a la recaudación que se habría obtenido en los dos partidos de octavos y cuartos y al porcentaje correspondiente al ‘market pool’ televisivo, que en la temporada 2019-20 le supuso al club un ingreso de 20 millones de euros.
Si a nivel de prestigio el golpe recibido es indiscutible y deportivamente constata que el Barça ha quedado fuera de la aristocracia del futbol europeo, en un derrumbe que comenzó a constatarse en Lisboa y confirmó la eliminación sin paliativos a manos del Paris Saint-Germain en los octavos de final del pasado curso, financieramente el perjuicio es preocupante en el Camp Nou puesto que los premios por participar en la Champions League son infinitamente superiores a una Europa League que ni en el caso de conquistar paliará las pérdidas provocadas.
La pérdida de atractivo por disputar a partir de ahora la Europa League queda de manifiesto rápidamente observando los rivales a los que se puede enfrentar el equipo de Xavi Hernández en el play off de dieciseisavos de final. Lazio, Napoli, Dinamo de Zagreb, Olympiakos, Braga o Glasgow Rangers serán sus posibles rivales en el sorteo del lunes. En caso de haber cerrado su clasificación para los octavos de final de la Champions sus posibles contrincantes habrían sido Manchester City, Liverpool, Ajax Amsterdam, Manchester United, Lille o Juventus. La diferencia es evidente…
Esta temporada, hasta su eliminación, el Barcelona ingresó un total de 56.28 millones de euros desglosados en: 15.64 millones por disputar la fase de grupos, 5.6 por las dos victorias sobre el Dynamo Kiev, 930 mil euros por el empate ante el Benfica y 34.11 millones correspondientes a su ranking histórico en el coeficiente UEFA, una cantidad que muy probablemente descenderá el próximo curso.
Los 9.6 millones que habría pagado la UEFA al Barça por clasificarse para los octavos de final de la Champions se convertirán en unos irrisorios 500 mil euros por entrar a disputar los dieciseisavos de final de la Europa League y si supera esta primera ronda de cruces obtendrá 1.2 millones por jugar los octavos de final, a los que se sumarían otros 1.8 millones por jugar los cuartos de final. Esto supone que entre jugar los cuartos de la primera competición y hacerlo de la segunda tiene una diferencia en cuanto a ingresos fijos por premios de 16.7 millones de euros, a pesar de jugar una eliminatoria más en la Europa League.
A partir de ahí, si el Barça jugara las semifinales del torneo ingresaría otros 2.8 millones de euros (son 12.5 en la Champions) y alcanzar la final le supondría un premio de 4.6 millones (15.5 en la Champions). El premio final para el campeón de la Europa League es de 4 millones (4.5 para el ganador de la Champions), por lo cual en el mejor de los casos de aquí a final de curso el club azulgrana puede obtener un premio acumulado de 14.9 millones de euros, una cifra ya inferior a lo presupuestado (20.2 millones) solo por disputar los cuartos de la Champions.
PÉRDIDAS COLATERALES
Quiere decir que ni siendo campeón de la Europa League, cuya final se disputará el 28 de mayo en Sevilla, el Barcelona lograría cubrir lo presupuestado por tomar parte en competiciones europeas, perdiendo en el mejor de los casos 5.3 millones de euros.
No acaba ahí, sin embargo, el perjuicio económico para el club azulgrana, cuya imagen pierde un atractivo evidente en su búsqueda de nuevos patrocinios o ingresos ligados a su rendimiento deportivo. Y es que si en su momento tuvo que aceptar una renovación de contrato a la baja con Rakuten por patrocinar la camiseta, pasando de los 55 a los 30 millones de euros por una temporada (esta) y disminuyó de 19 a 10 millones el acuerdo con Beko, negociar el nuevo sponsor principal de la camiseta ha pasado de ser un objetivo de máximos hace apenas tres meses a una cuestión mucho menos ambiciosa con el paso del tiempo.
Si entonces se entendía indiscutible mejorar los ingresos y se daba por hecho que no continuaría la relación con la multinacional japonesa, ahora el asunto no está tan claro y no se descarta una continuidad bajo unos parámetros menos optimistas que los confiados a principios de temporada. Y todo ello atendiendo a que se dejarán de ingresar al menos otros cinco millones de euros que era el premio extra firmado con Rakuten por conquistar la Champions… Porque ni se contemplaba la opción de disputar la Europa League.
Igual ocurre con Nike, la marca que viste a todas las secciones del club, y que entre las cláusulas del contrato se incluye una partida de bonus superior a los cinco millones de euros por ganar la máxima competición continental.
Cerrado un ingreso neto de tres millones de euros por el amistoso que jugará el primer equipo la próxima semana en Arabia Saudí frente a Boca Juniors en homenaje a Diego Armando Maradona, el club azulgrana no ha conseguido de momento concretar más acuerdos que le supongan nuevos ingresos… Y que se aventuran difíciles en un momento en que deportivamente ha perdido buena parte de su atractivo para las marcas.